Hola ¿Qué tal estáis? ¡Cuánto tiempo! Sé que
llevo tiempo sin subir ninguna receta pero es que no he podido sacar ningún
ratito para dedicarme a redactar las recetas que he hecho últimamente. ¡Espero
poder poneos al día pronto con todo!
Bueno, hoy os traigo algo muy sencillo pero resultón a la hora de servir ya que, aunque el postre venga prácticamente hecho y los pasos que tengamos que seguir sean los indicados por el fabricante ¿por qué se tienen que enterar nuestros catadores? jejeje...
La
verdad es que yo la considero una de estas recetas que te saca del apuro cuando
sabes que viene alguien a casa y quieres quedar bien con un postre “casero” y
no quieres perder mucho tiempo en hacerlo o simplemente cuando queremos hacer
algo diferente como postre.
1. En un bol vertemos la leche bien fría y el
contenido del sobre
2. Con unas varillas batimos durante unos minutos hasta que se forme una mezcla lisa y espumosa (como la de la foto)
3. En el bol donde vamos a poner nuestra mousse,
pondremos en el fondo una capa de bizcocho y añadimos otra capa de mousse (así
cuántas capas nos entren en el molde siempre teniendo en cuenta que la última
capa debe ser de mousse).
4. Ya sólo nos queda llevar la mousse a la
nevera durante unas dos horas y ya estará lista para servir.
Sugerencia de degustación: podéis espolvorear almendras laminadas por encima o servir en formatos individuales como podéis ver en las fotos.
¿Quieres saber más sobre las mousses? ¡Pincha aquí!
El Rico Paladar
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