Las zanahorias
tienen un alto contenido en agua, son antioxidantes, contienen vitaminas que
nos ayudan a cuidar nuestra piel y nuestra vista y, además, son hipocalóricas,
por lo tanto pueden ser consumidas sin necesidad de contar sus calorías. Y
ahora… ¿os las imagináis en un postre?
¿CÓMO
SE HACE?:
1. Pelar las zanahorias
2. Picarlas en trozos no muy pequeños y llevarlas al fuego en un cazo con agua hasta que se guisen (hasta que estén blandas).
2. Picarlas en trozos no muy pequeños y llevarlas al fuego en un cazo con agua hasta que se guisen (hasta que estén blandas).
3. Cuando
estén blandas, las ponemos en un bol y añadimos el zumo de las naranjas, la
almendra molida, el coco y un vaso del agua con la que guisamos las zanahorias.
4. Lo batimos todo y nos quedará como una pasta bastante mojada.
4. Lo batimos todo y nos quedará como una pasta bastante mojada.
5. En un
molde desmontable, ponemos una plancha de bizcocho y encima la crema de
zanahorias hasta hacer todas las planchas.
Como
podéis ver se trata de una receta sencilla, rápida, barata y además, se trata
de una receta que sorprende a los comensales puesto que no se esperan el increíble
sabor y textura que tiene.
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Gracias
El Rico Paladar
La tarta de coco y zanahorias estaba para chuparse los dedos, cuando quieras repetimos jaajajajaj eres una artista besitos.
ResponderEliminarEs completamente diferente a las tartas de zanahoria que venden por ahí. Tiene una pinta estupenda y lo mejor de todo es que si no cuenta tantas calorías como otras tartas pues una se puede dar el capricho de vez en cuando. Genial, seguiré más de cerca tu blog.
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